Descubrí este bar gracias a la Ruta de tapas del barrio de Pacífico que se organizó con la iniciativa (creo) del Ayuntamiento y que ha celebrado eventos similares en los barrios de Vallecas o de Vicálvaro. La ruta y su tapa propuesta de migas manchegas fueron el aliciente necesario para entrar en un sitio en el que probablemente nunca hubiera puesto los pies. Uno tiene sus prejuicios absurdos que hacen que los bares con máquina tragaperras no me inviten a entrar y me pasa igual si intuyo que tiene sus correligionarios fijos, de esos que se te giran todos a una en cuanto entras por la puerta y te hacen sentir como en el Far West. Pero no es el caso del Tintero, que es un bar indiscutiblemente de barrio, pero acogedor y muy bien llevado por un tipo alcarreño que te abre las puertas del bar como si fueran las de su casa. Chico conversador y de tapeo generoso, está especializado justamente en platos de la Alcarria y concretamente todos los fines de semana dedica un día a hacer migas y otro a preparar gachas, en este segundo caso una especialidad más rara de encontrar, más rústica en el panorama gastronómico de la ciudad. Un grato descubrimiento al que hay que ponerle la coletilla "de los de toda la vida"